Por que las contraseñas deben ser secretas:
Aunque parezca una perogrullada, la primera recomendación para que nuestra contraseña sea segura es mantenerla en secreto. Una clave compartida por dos o más personas no es segura.
Es muy importante transmitir esta recomendación especialmente a los menores, acostumbrados a compartir las claves con amigos o parejas. Si esa relación se rompe o se produce una enemistad, la otra persona tendrá acceso a toda su información.
Motivos para no reutilizar contraseñas
Debemos utilizar claves diferentes en servicios diferentes, dado que el robo de la clave en uno de ellos, sea por la circunstancia que sea, permitiría el acceso a todos.
En ocasiones, recordar todas las contraseñas que utilizamos (correo electrónico, redes sociales, mensajería instantánea, foros, etc.) puede resultar complicado. Para facilitar la tarea, podemos utilizar algunas sencillas reglas:
Cambiar las vocales por números. Por ejemplo:
Mi familia es genial → M3 f1m3l31 2s g2n31l
Utilizar reglas mnemotécnicas. Por ejemplo, elegir la primera letra de cada una de las palabras de una frase que sea fácil de recordar para nosotros:
Con 10 cañones por banda… → C10cpb…
Para hacer más sencillo el trabajo, podemos utilizar claves basadas en un mismo patrón, introduciendo ligeras variaciones para cada servicio. Por ejemplo, tomando como base la contraseña anterior, añadir al final la última letra del servicio utilizado en mayúscula:
Facebook → C10cpb…K
Twitter → C10cpb…R
Gmail → C10cpb…L
Dependiendo del servicio y de su importancia podemos utilizar claves más robustas o menos, para facilitar su memorización. Para los servicios más sensibles, siempre podemos utilizar un generador aleatorio de contraseñas. La mayoría de los gestores de contraseñas ofrecen esta funcionalidad.
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